Es una virtud fundamental que permite ganar confianza. Ser discreto significa guardar secretos, actuar con tacto, prudencia y moderación, y saber distinguir lo que es apropiado.
En el ambiente laboral, como servidores públicos ser discretos no es solo una habilidad, sino una responsabilidad clave y vital para evitar la divulgación de datos sensibles y mantener un buena imagen institucional.

La Discreción.